Atenas, Jerusalén, Roma... La filosofía, la religión judeocristiana y el derecho, el trípode del edificio cultural occidental.
Para un público general, Del Arenal da cuenta de la evolución del Derecho, configurador histórico de las sociedades y sus gobiernos. La historia jurídica suele abarcarse desde el punto de vista de las instituciones y las leyes. El profesor y jurista (hoy embajador) deliberadamente se decanta por una historia sapiencial, observando el quehacer de los juristas a lo largo de la historia: la tradición de las personas que confeccionaron el derecho y la jurisprudencia, propio de la época clásica romana, la Justiniana y las tradiciones medievales y modernas subsecuentes.
Impugna con múltiples argumentos el derecho geométrico, sistemático, hecho desde arriba, desde el poder: propio del positivismo jurídico contemporáneo. Apela a la historia y propone para los hombres de hoy un derecho tópico, sapiencial, realista. Que privilegie la justicia sobre la ley; la razón más que el poder; la auctoritassobre la potestas, el orden justo sobre el orden legal.