Cuentan que su padre le hereda la vocación de ser poeta. También activista, Javier Sicilia nació en México a finales de mayo de 1956. Ha colaborado en revistas de divulgación nacional y ha sido escritor de muchas obras bajo los títulos La presencia desierta, El reflejo de lo oscuro, Tríptico del desierto, entre otros; este último con algunos premios. Sicilia es un poeta cuyos temas están vinculados con una religiosidad católica y una mística cristiana como marcos para la elaboración de su poesía y diversos escritos.
Dentro de esta obra y del avanzar de sus páginas, escribe pensamientos desgarradores sobre el mundo y nuestros días. Entre lineas se leen que el hombre ya no es digno de Dios. Pone en evidencia la miseria humana que nos hace cada vez más ruines y despreciables hasta alcanzar un punto en el que no valemos nada. Hace sentir que en este mismo mundo donde vivimos todos nosotros, es habitable gracias a un puñado de justos y otro de generosos, donde gracias a ellos la vida se vuelve un poco más digna. Así van pasando los poemas de un ser dolido, que se lee triste y olvidado.
La obra Vestigios, es un llamado de dolor. El escritor, al fin atormentado y poeta, va firmando sentencia al destino que Dios le puso: un hijo asesinado; serie de poemas que dedica a su hijo. Sicilia, a partir de la pérdida de su hijo, tiene un vacío y trata de llenarlo buscando una respuesta. Líneas escritas que van descargando dolor, pérdida, sufrimiento y hace un llamado para que su Creador no lo abandone a su propia suerte.
Los poemas han sido un canal para la fuga de sentimientos, de sentidos. En este caso no es la excepción. Sin duda este libro llevará al lector en adentrarse a un laberinto lúgubre, donde podrá palpar el sufrimiento de una pérdida y el valor de un ser querido.
