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Lectura personalísima


Imagen: Gandhi (Editada)

 

Lo escrito acerca de una obra literaria, muchas veces, lo prefiero antes que la obra misma. No siempre es así. Los ensayos literarios, tiene la virtud de subrayar aún más su grandeza. Al menos, así me parece. Se trata de un efecto personal.


Juan Villoro es un escritor muy nuestro. Su vigorosa escritura dirigida al lector mexicano, conlleva el efecto a otras geografías. Pocos grandes poseen un portafolio tan diversificado en géneros; desde la sutil crónica al cuento de inspiración cortazariana; de la historia infantil al ensayo erudito; de la tragedia futbolística a la comedia puesta en escena. Múltiples competencias lingüísticas, dirían los pedagogos, componen su vasta producción. Sin embargo, Villoro, pierde elegancia y debilita su arte cuando enfoca su atención en lo indigno.


Modesto Mussorsgky tradujo sus emociones valiéndose de una partitura. Jackson Pollock expresó la experiencia humana, en sus icónicas pinturas de dripping. Tolkien escribió La balada de Beren y Lutien para confesar su amor a su mujer. Todo ser humano de, modo alguno, transmite su interioridad. Quien hace crítica literaria manifiesta su opinión a partir de su experiencia literaria. Efectos Personales evoca dicha premisa, mediante un conjunto de ensayos con un valor agregado, la experiencia de su autor.


La crítica, gran pedagoga literaria, descubre horizontes insospechados para el lector. Lo que escapa a la lectura frívola, es presa de la precavida mirada del crítico. Recuerdo a mi buen amigo Jorge Flores, quien mientras leía Austerlitz de Seebald, completaba su lectura con un libro de Coetzee. Los ensayos literarios enriquecen nuestra visión de conjunto.


Efectos personales comprende tres amplias secciones; la primera dedicada a escritores mexicanos y latinoamericanos como Juan Rulfo, Augusto Monterroso, Alejandro Rossi, Sergio Pitol y Carlos Fuentes, son un esbozo de nuestras más recientes letras; la segunda parte, pensada más bien a la reflexión del desarrollo cultural, aporta ideas para un esbozo de cultura general. La tercera parte, tiene cierto grado elevado de acidez. Con excepción del ensayo sobre Ítalo Calvino; Villoro concentra energía en rasgos dolosos de la vida de esos escritores, valiéndose de econometría literaria pretende encontrar la correlación entre psicología y creación. La conjunción de escritos reeditados por Ediciones Era, son un refractario de inspiración. Creo que Ricardo Piglia expresó mejor lo que sucede en Efectos Personales, en su libro La Forma Inicial:


También al escribir, si tenemos suerte, nos dejamos llevar por las palabras y el fraseo, y avanzamos sin saber con claridad hacia dónde vamos. Esa disposición a lo inesperado, es lo que habitualmente se llama, inspiración.


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