No es que Sir Timothy sea muy aficionado a la poesía, pero los versos siguientes son sus favoritos, y los ha colocado sobre la chimenea de la escuela que construyó para los pobres, y todos los alumnos tienen la obligación de aprenderlos desde el día que comienza su educación:
Muchos se quejan de que están ociosos
y de que el tiempo despacio pasa;
nada encuentran de qué estar gozosos
y sólo espera que acabe la jornada.
Absurdamente es mucho lo que desean
para en verdad no disfrutar de nada;
pues se cansan cuando juegan, comen o pasean,
y la utilidad de su vida es por todos ignorada.
Y aunque el pecado original a todos maldijo
agradecido debe estar el hombre,
porque al final ha sido bendición lo que se le dijo:
“Ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
*Catherine Sinclair. Un disparatado cuento de hadas y gigantes que nos contó tío David en Relatos y poemas para niños extremadamente inteligentes de todas las edades. Harold Bloom. Editorial Anagrama 2012.