En el periodo de posguerra -1947- un grupo de investigadores buscó un símbolo para comunicar a la humanidad el riesgo de una catástrofe total. Lo anterior dio origen al "Reloj del juicio final" el cual es mantenido desde ese entonces por científicos del más alto nivel quienes además tienen el encargo de mover las manecillas según las tensiones y distensiones globales.
Quizá el nombre de "reloj del juicio final" pueda resultar chocante o ser considerado como sensacionalista, sin embargo el símbolo me parece adecuado, pues el peligro nuclear es real y pende sobre la cabeza de políticos, empresarios, izquierdas, derechas, interesados y escépticos, con el poder real de erradicar la vida -al menos tal y como la conocemos hasta ahora- del planeta.
Pero, por qué hablar del tema en estas fechas tan llenas de esperanza, buenos propósitos, -que la pases muy feliz y sea un año bueno-? Respondo con dos citas y dejo que el lector saque sus conclusiones:
"It is two and a half minutes to midnight, the Clock is ticking, global danger looms." 2017, Bulletin of the Atomic Scientists.
"I too have a Nuclear Button, but it is a much bigger & more powerful one than his [Kim Jong Un], and my Button works!" 2018, President Trump
En 2017 los científicos del Boletín Atómico urgían a los líderes mundiales a actuar inmediatamente y guiar a la humanidad lejos del peligro. En caso de que los líderes no hicieran caso -continuaba el Boletín- los ciudadanos sabios deberían ir al frente y evitar la caída de la humanidad en el exterminio.
Realmente el riesgo al comienzo del año es tan inminente? Deberíamos estar más preocupados ante una posible catástrofe nuclear? Y si es así, quién tomará la iniciativa para evitar que caigamos al vacío?
Podemos creer que esta es una amenaza seria y que nuestra respuesta debería ser igual, o podemos trivializar el asunto y creer que es una pelea de "tamaños" entre dos infantiloides que juegan a dirigir su país, sea lo que sea... Clock is ticking.