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LA CHAAAMPIONS


Imagen: SmashMéxico

 

El himno de la Champions no es solo un teaser para cerrar un comercial, es todo un ícono para el mundo del fútbol ¿Cuántos de nosotros no hemos cantado al son de: “¡LA CHAAMPIOOONS!”?

Tonny Britten se inspiró en una pieza de Handel llamada Zadok the Priest, la cual fue escrita en 1727 para solemnizar la ceremonia de coronación del rey Jorge II; actualmente se sigue utilizando con el mismo fin.

El himno de Britten ha cautivado a millones de personas fanáticas del soccer, sin embargo, ha causado división entre quienes se dicen conocedoras de la música culta. A continuación, lo podrán juzgar ustedes mismos. Les compartimos ambos audios para que lo analicen.



Aunque Britten ha sido acusado de plagio, debido a la similitud con el estilo musical de Handel, pienso que el compositor inglés hizo muy bien su tarea. El himno de la Champions se convirtió en una banda sonora para coronar, ya no a un rey, sino a los reyes del fútbol de clubes de Europa (dato de rating/correlación directa).

El compositor supo vestir elegantemente un evento popular de entretenimiento, al mismo tiempo que supo condensar en tres minutos toda la pasión y las emociones que bullen en el corazón de los aficionados, así como en el de los once integrantes de cada bando, en los momentos previos al pitazo inicial ¿Quién mejor para expresarlo que los jugadores? (véalo en el minuto 00:58 de la siguiente entrevista).



El himno de la Champions no solo aumentó el rating del evento, en palabras de Britten, “hizo del fútbol una cosa bella”; hizo del calcio un encuentro solemne, un enfrentamiento digno de reyes.

Este es el poder de la música culta. La riqueza sonora que puede producir una orquesta sinfónica es capaz de expresar emociones de una manera tan fidedigna que no puede dejarnos indiferentes. Es capaz de vestir un evento de manera tan armónica que su belleza nos atrapa.

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